Las condiciones del mercado venezolano y el régimen chavista han sacado corriendo a muchas empresas multinacionales del país, lo cual ha hecho que inversionistas fijen sus recursos en otros países de la región, entre ellos Colombia.
La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) calcula que más del 40% de las empresas industriales se han acabado en Venezuela, no obstante el último estudio elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), del 2007 revelo que la cifra estaba cercana al 36% de empresas acabadas.
Según el presidente de Conindustria, Eduardo Garmendia, una de las problemáticas radica en la aprobación de una ley de costos y precios justos, la cual establece los márgenes de ganancia que pueden tener las industrias de manera administrada, lo que no permite el crecimiento de la industria ni nuevas inversiones en el sector, por lo que los empresarios prefieren cerrar sus operaciones en el país para evitar ir a la cárcel. Así pues, Garmendia opina que al continuar así, Venezuela puede llegar a perder del 15% al 20% más de empresas en 10 años.
Algunas de las compañías que se trasladaron a Colombia son: Owens Illinois (OI), que en Colombia tiene su filial Peldar, salió en 2010 porque el gobierno la expropió y rebautizó como Venevidrio, otras como Locatel y Farmatodo, del retail farmacéutico, han concentrado su expansión en Colombia.
No obstante, las restricciones económicas de Venezuela afectan en gran manera a algunos sectores de Colombia, como lo son el aéreo y el automotriz. El primero por las demoras en los pagos de las divisas por parte de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) y el segundo por la caída de las ventas de vehículos en ese mercado, uno de los principales destinos para las ensambladoras.
Información tomada de: La República.