La cadena estadounidense de restaurantes de comida rápida McDonald’s ha levantado polémica en China tras la apertura de su última franquicia de McCafé.
McDonald’s ha abierto esta nueva franquicia en un edificio histórico de la ciudad de Hangzhou, al este de China. Una casa de campo de 84 años de antigüedad y con mucha historia a sus espaldas.
La opinión pública China ha enmarcado este hecho como un ejemplo más de cómo las culturas occidentales están invadiendo China y los propietarios de los negocios profanan antiguas casas de campo para situar sus establecimientos.
El empresario Shen Chunlei, dueño de una empresa de planificación de bienes raíces, obtuvo el contrato de arrendamiento de esta casa de campo, la renovó y abrió el nuevo McCafé de la franquicia McDonald’s el pasado 15 de noviembre.
La prensa china ya informó de esta operación el pasado mes de enero, que es cuando comenzó a destarse la ira pública.
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