La inversión necesaria para acceder a una franquicia es variable, existen excelentes franquicias de muy baja inversión y muy rentables a la vez, como otras que requieren gran capital inicial. Los gastos y desembolsos necesarios en la mayoría de los casos son los siguientes:
• Canon de Entrada: Este es un monto que el franquiciador solicita como canon para pertenecer a la cadena de franquicia. El franquiciado paga este importe al inicio y por única vez y debe tener acceso a utilizar la marca del franquiciador y la formación inicial sobre el funcionamiento del negocio y forma de operar.
• Porcentaje de las ventas o Royalty: Pagos que el franquiciado realiza a favor del franquiciador en forma periódica por los servicios prestados por la central y/o por el uso y disfrute de la marca.
• Canon por Publicidad: Son inversiones periódicas tanto del franquiciado como del franquiciador con el fin de generar un fondo para publicidad y marketing, estudio de mercado, desarrollo de nuevos productos o servicios de manera de garantizar la estabilidad del sistema.
Otros costos iniciales que hay que tener en cuenta son los correspondientes al desarrollo del proyecto, diseño, armado de los locales comerciales y todos los gastos asociados al lanzamiento de la franquicia. Estos conocidos como:
• Activos fijos: cubre equipos, muebles, software, entre otros.
• Activos diferidos: correspondiente a derechos de entrada y obras de adecuación de local.
• Activos corrientes: corresponde al inventario inicial para comenzar a operar el negocio, capital de trabajo y campaña de lanzamiento.
No todas las franquicias exigen estos conceptos, y cada franquicia lo hace en distintos niveles.