Al momento de querer invertir en una franquicia es importante saber cual tipo es el que desea adquirir y la diferencia entre los mismos. Algunos de los tipos de franquicia son: comercial, industrial, de distribución y de servicio.
Franquicia Comercial. Es aquella donde el franquiciante cede a sus franquiciatarios todos los elementos necesarios que le permitan la venta de productos o servicios al consumidor.
Es una de las franquicias mejor desarrolladas, debido a que su estandarización en las operaciones permite la obtención de muchas ventajas, como la internacionalización del negocio o la obtención de una marca probada. Ejemplo: las franquicias de teléfonos celulares, tiendas de regalos, restaurantes, cafés, agencias de viajes, entre otros.
Franquicia Industrial. El franquiciante cede al franquiciado el derecho de fabricación, la tecnología, la comercialización de los productos, la marca, los procedimientos administrativos y de gestión y las técnicas de venta. Ejemplo: las franquicias de comida.
Franquicia de distribución. Esta franquicia tiene como fin la distribución de productos, aun cuando el franquiciante es el fabricante como para cuando actúe como central de compras. Ejemplo: franquicias de ropa, de muebles, entre otros.
Franquicia de servicio. Esta franquicia tiene como objeto prestar un servicio al cliente mediante un negocio especializado. Ejemplos: franquicias de escuela de idiomas, capacitación, mantenimiento de autos, entre otras.