Mustafá, un empresario afgano de 27 años montó la fachada de su local de Kabul a imagen y semejanza de un McDonald’s con el fin de atraer al público, no obstante la comida y diseño interior del restaurante en nada se parece a la popular cadena de comida rápida estadounidense.
“No me importa de dónde viene McDonald’s ni qué tipo de comida o servicio ofrece. Su nombre es un gran regalo para nosotros, satisfacía la demanda de nuestros clientes, especialmente los jóvenes y los funcionarios de la Embajada rusa”, afirma Mustafá.
Cabe resaltar, que plagiar el nombre de una marca es ilegal en el conflictivo país asiático, pero en la práctica las autoridades afganas son bastante tolerantes con este tipo de situaciones.
El restaurante atiende a cientos de clientes cada día, sobre todo extranjeros y jóvenes estudiantes. El menú está compuesto por comida tradicional afgana, como kebabs y arroces al estilo ‘Kabuli Pulao’, con pasas y zanahoria. Además, ofrece hamburguesas de pollo y papas fritas, lo que no falta es la Coca-Cola, el único producto idéntico al que uno podría encontrar en un verdadero McDonald’s.
Dinero.
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