Algunas marcas que se han destacado y han generado reconocimiento en la mente de los consumidores internacionales, a pesar de acabarse en su país de origen recobran vida en firmas minoristas de otros países donde para ellos es un producto nuevo.
Por ejemplo, en Estados Unidos lockbuster cerró, pero en algunos países como México la marca aun opera. Igualmente, pasa con otras marcas estadounidenses como Pan Am y Mister Donut.
Otro claro ejemplo, es el de una firma japonesa fabricante de paños para el polvo llamada Duskin Co. convertía Mister Donut en una cadena de restaurantes con más de 1.100 locales en el país, y inversionistas de otros países han comprado los derechos para abrir más puntos de venta, por ello hasta el día de hoy operan más de 10.000 puntos de la marca en todo el mundo.
Así pues, según Rob Frankel, consultor de marketing de Los Ángeles, aseguró que las marcas realmente buenas tienden a crecer, morir y resucitar.
Información tomada de: La República.