Los negocios basados en el concepto de franquicia han logrado tener gran valor en el mundo empresarial. Esto se debe a que la franquicia ofrece una propuesta basada en la colaboración, enseñanza y acompañamiento. Pero sobre todo por estar enfocado a guiar a las personas hacia el éxito.
Son fundamentos que están íntimamente vinculados con la familia. Principalmente en nuestro continente, donde un alto porcentaje de empresas y negocios son familiares con lazos de parentesco muy estrechos.
En cuanto al franquiciante, existen numerosas empresas que son fruto de sueños familiares, especialmente en Latinoamérica. De hecho, muchas franquicias exitosas nacieron como microempresa o negocio para mantenimiento del hogar. También como proyectos de amigos en sus inicios laborales. Todas tienen en común una estructura de negocio precisa para la prosperidad y el éxito, convirtiéndose así en grandes empresas. Una unión laboral que fortalece la unión personal.
Por el lado del franquiciado, es muy común la existencia de grupos formados por emprendedores e interesados en adquirir una franquicia. Son muchos los motivos por los que los emprendedores se asocian para iniciar una franquicia. Uno de esos motivos es la acumulación de recursos económicos y la confianza entre familiares y amigos. Esto hace que asociarse sea mucho más fácil.
La mayoría de las primeras franquicias que otorgan los franquiciantes, lo hacen a franquiciados que pertenecen a un círculo social cercano, amigos o familiares.
Familia y franquicia, términos muy vinculados
No hay que olvidar estructuras como la intrafranquicia, una franquicia con un esquema de organización familiar. Es decir, la franquicia se le otorga a miembros de un grupo de interés, en este caso familiares. Por ello, no es ofrecida a terceros.
Otra estructura es la franquicia artesanal, que suele darse en los estratos de menos recursos. De manera que, un pequeño negocio se repite utilizando los elementos de las franquicias en manos del círculo familiar más cercano. Normalmente entre padres, hijos y hermanos.
Por ello, franquicia y familia son términos que están muy vinculados. Pero, independientemente de los vínculos sanguíneos, toda franquicia, así como franquiciante y franquiciado, debe considerarse una sola familia empresarial.