El Eje Cafetero lidera una apuesta nacional para ayudar y dar oportunidades laborales a víctimas del conflicto armado y a otros sectores vulnerables de la población que necesitan de la ayuda estatal para salir adelante.
Algunos de los municipios colombianos del Eje Cafetero han sido escogidos como pilotos para un programa de microfranquicias impulsado por varias entidades, el sector privado, y la academia, liderada por la Universidad Autónoma de Manizales (UAM).
Este programa consiste en que pequeñas empresas voluntarias que tengan proyección le entreguen franquicias de sus marcas a cooperativas de población vulnerable, que será seleccionada por el Estado y capacitada por asesores del sector privado y universidades.
Algunos de los municipios en los que se llevará a cabo este programa de microfranquicias son: Santa Rosa de Cabal (Risaralda), Calarcá (Quindío), Manizales (Caldas), Itagüí (Antioquia), Garzón (Huila) e Ibagué (Tolima).
Las microfranquicias serán casi todas del sector del café y la pastelería, aunque también habrá una de cuidado personal y otra de cine móvil.
Patricia Castrillón, coordinadora de la Unidad de Proyección de la UAM, explicó: “Es una garantía de que los negocios no van a quedar en manos de alguien que de pronto venda, sino de un modelo asociativo. Es algo muy bonito, porque ellos son, al mismo tiempo, fundadores, gestores, socios y trabajadores”.